México.- El reciclaje es una de las labores ecológicas y de reutilización de materiales más importantes en el mundo industrial, aunque, lamentablemente, en muchas sociedades actuales sigue siendo una actividad minoritaria.
El reciclaje consiste en el reprocesamiento o la reutilización como materia prima industrial de materiales de desecho que aún conservan sus propiedades más significativas, como el cartón, el papel, ciertos plásticos, la mayoría de los metales, el vidrio o incluso el agua una vez que la hemos utilizado.
Estos insumos, comúnmente desechados junto con la basura biodegradable, no han llegado aún al final de su vida útil, y a través del reciclaje pueden reincorporarse a la economía para formar nuevos productos de consumo.
Esta labor es fundamental en nuestra sociedad por diversas razones de interés económico, ecológico y social, entre las cuales destacan:
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Reduce la cantidad de desechos que van al medio ambiente: Al extender la vida útil de ciertos materiales, se disminuye el volumen de basura —especialmente la no biodegradable o la que tiene períodos de descomposición muy largos— que vertemos al medio ambiente, contaminando menos los suelos y mares. De esta manera, le damos más tiempo al planeta para regenerar el daño ecológico que nuestro modelo de vida le ocasiona.
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Brinda nuevos insumos a la industria a bajo costo: Los materiales reciclables tienen un costo bajo, dado que forman parte de desechos, y pueden ser reutilizados o reprocesados para volver a fabricar productos consumibles, alimentando a las industrias de manera más económica.
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Reduce la cantidad de materia prima extraída del medio ambiente: Como consecuencia de lo anterior, se demanda menos materia prima del medio ambiente, lo que reduce el costo ecológico de su extracción y procesamiento primario. Por ejemplo, por cada tonelada de papel reciclado, se evita la tala de 18 árboles enteros. Al reciclar, estamos prolongando la vida de los recursos del planeta.
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Genera nuevos empleos: La industria del reciclaje, como cualquier otra, requiere personal para llevar a cabo labores continuas, lo que supone una demanda de trabajo que contribuye a reducir el desempleo y forma profesionales industriales con una orientación ecológica.
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Ahorra energía: Los ahorros en materia prima y en labores extractivas no solo ahorran daño ecológico directo, sino también indirecto, ya que reducen la cantidad de energía que dichas actividades requieren. Esa energía se obtiene a costa de explotar el medio ambiente, por lo que al reciclar estamos protegiendo la naturaleza de forma doble.
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Educa en la responsabilidad: Involucrarse en el reciclaje como sociedad implica no solo un deber medioambiental, sino que también forma parte de las actividades destinadas a fomentar el consumo responsable y evitar un consumo desaforado e inconsciente, como si nuestro modo de vida no tuviera consecuencias a futuro. Por lo tanto, reciclar es también educar a las generaciones venideras.
