Estados Unidos.- El año pasado no paraban las investigaciones por parte de las empresas como FTC hacia Microsoft, y eso se debía a que buscaban impedir la compra total de Activision Blizzard, mismas que al final no logran concretarse porque actualmente ya son dueños de esta división de videojuegos. Sin embargo, parece que el asunto no se va a calmar pronto, puesto que se han puesto manos a la obra para poner sus ojos por encima de la empresa una vez más.
Microsoft está bajo el escrutinio de la Comisión Federal de Comercio (FTC) en una nueva investigación antimonopolio que podría marcar un capítulo importante en las tensiones entre las grandes tecnológicas y los reguladores en Estados Unidos. Apenas meses después de superar un juicio reciente, la comisión ha solicitado información detallada sobre diversas áreas de negocio de la compañía, incluyendo licencias de software, ciberseguridad, inteligencia artificial y servicios de computación en la nube.
El caso se centra en posibles prácticas de mercado anticompetitivas, como el supuesto abuso de su posición dominante al combinar su suite de productividad con su oferta en la nube. Según un informe, la institución lleva más de un año entrevistando a competidores y socios de los de Redmond, indagando sobre posibles cláusulas punitivas en sus licencias que podrían perjudicar a rivales que deseen migrar desde Azure a otras plataformas. Estas ya han sido señaladas anteriormente por la Comisión Europea, que en 2022 obligó a modificar sus acuerdos tras acusaciones de favorecer a su propio ecosistema en detrimento de otros proveedores como Google o Amazon.
Además, la FTC busca analizar el impacto de los contratos gubernamentales, considerando el riesgo de que su posición dominante en este sector pueda generar problemas en caso de incidentes relacionados con ciberseguridad. El temor por posibles abusos en este ámbito refuerza la determinación de Lina Khan, presidenta de la FTC, quien busca establecer límites claros al alcance de las grandes tecnológicas en el mercado estadounidense.
Aunque este empresa aún no ha formalizado la investigación, el contexto político añade incertidumbre sobre el resultado. La perspectiva de un cambio de gobierno podría dificultar la implementación de medidas más estrictas, en contraste con los avances logrados por reguladores europeos como Margrethe Vestager. Sin embargo, esta nueva acción refleja una creciente presión hacia Microsoft y otras Big Tech, que enfrentan mayores cuestionamientos sobre su influencia y prácticas comerciales.