México.- Por primera vez bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum se anunció la expropiación de terrenos para la construcción de los tramos 1, 3 y 4 del Tren Maya. El decreto fue publicado este martes en el Diario Oficial de la Federación (DOF), donde se detalla que serán usados » por causa de utilidad pública», la superficie de 376 mil 180 metros cuadrados.
En total, son 86 inmuebles de propiedad privada, ubicados en el municipio de Palenque en el estado de Chiapas, en los municipios de Emiliano Zapata, Tenosique y Balancán en el estado de Tabasco, en los municipios de Escárcega y Calkiní en Campeche y en los municipios de Kanasín, Maxcanú, Tixpéhual, Bokobá y Umán en Yucatán.
El decreto detalla que Fonatur y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), deben coordinarse para cubrir con su presupuesto autorizado el monto de la indemnización que en términos de ley deba pagarse a quienes acrediten su propiedad.
El Tren Maya, tildado por el gobierno como “el más importante proyecto de infraestructura, desarrollo socioeconómico y turismo del presente sexenio”, tendrá un recorrido de mil 525 kilómetros, pasará por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo e interconectará las principales ciudades y sitios turísticos de la Península de Yucatán.
Mayor presupuesto y costos elevados
Proceso detalló la semana pasada que se esperan otorgar otros 40 mil millones de pesos a la Secretaría de la Defensa para terminar la construcción del Tren Maya, la obra que el expresidente López Obrador inauguró en dos ocasiones durante su mandato, y el gobierno de su sucesora contempla otorgar 827 millones 762 mil pesos a la empresa paraestatal, que servirán para cubrir los gastos de nómina.
Y es que los 680 millones de pesos que el Tren Maya ingresaría el próximo año –según el PEF– no alcanzarían a pagar ni la mitad de los mil 507 millones de pesos de “gasto corriente” proyectados para el megaproyecto, cuyo costo se disparó durante el sexenio pasado, pues pasó de 150 mil millones de pesos a más de 500 millones de pesos.
Durante los seis años de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, tres megaobras marcaron su agenda de proyectos, dos dedicadas al transporte, una de estas al turismo en particular, y otra destinada a la producción energética del país: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Transparencia (INAI), a principios del 2022 se estimó que el Tren Maya costaría 11 mil 800 millones de dólares, poco más de 230 mil millones de pesos, pero para julio de este año y el entonces presidente reveló que el costo el proyecto estaba entre 15 y 20 mil millones de dólares.
López Obrador hizo otra revelación en febrero de 2023, cuando admitió que el costo del Tren Maya se había elevado al triple, debido a obras que no se tenía proyectadas originalmente, según él mismo, se justifica en que “es una obra importantísima que está costando lo justo”. Esto sin considerar los daños medioambientales.
Basta recordar que en su último acto público como presidente, López Obrador «entregó» el Tren Maya, en la estación Chetumal del Tren Maya, que inauguró el 29 de septiembre en el municipio de Othon P. Blanco, en Quintana Roo.
“Este acto es muy importante, está lleno de simbolismos porque aquí concluye prácticamente nuestra obra, nuestra tarea”, dijo en aquel momento el mandatario, durante la entrega de reconocimientos a ingenieros constructores.
López Obrador dijo que los mil 554 kilómetros del Tren Maya se financiaron con 500 mil millones de pesos que estaban disponibles en la Hacienda pública porque no se permitió la condonación de impuestos ni la corrupción y se hizo un gobierno austero, sin lujos.