Internacional.- Actualmente, entre los suecos, que se consideran desde hace varios años uno de los pueblos más felices del mundo, se está convirtiendo en tendencia el concepto de ‘döstädning’, que traducido literalmente significa ‘limpieza de la muerte’ o, en términos menos aterradores, ‘limpiar como si fuera la última vez’.
Esta noción implica deshacerse de las cosas innecesarias para no cargar con esa triste obligación a los seres queridos después de la muerte.
La pintora Margareta Magnusson formuló esa idea en su libro publicado en 2017 ‘El apacible arte de la limpieza sueca de la muerte: cómo liberarte a ti mismo y a tu familia de toda una vida de desorden’ (‘The Gentle Art of Swedish Death Cleaning: How to Free Yourself and Your Family from a Lifetime of Clutter’, en inglés).
La escritora afirma haberse mudado 17 veces a lo largo de su vida y asegura: «Debería saber de qué hablo cuando se trata de decidir qué conservar y qué tirar».
Organización como forma de vida
«Limpiar antes de la muerte no consiste en quitar el polvo o trapear, se trata de una forma permanente de organización que hace que tu vida cotidiana transcurra con más facilidad», explica. «Y puede que incluso te resulte agradable el proceso en sí», sugiere la artista, y agrega que «es un placer repasar las cosas y recordar su valor».
Inicialmente, el método se diseñó para las personas mayores, que, al deshacerse gradualmente de cosas innecesarias, conservarían solo las más importantes y agradables. Así, el precepto se basa en una propuesta simple: ¿qué quedará de ti si de repente te vas mañana? o ¿qué harán tus seres queridos con todas tus cosas?
No obstante, esto de guardar solo cosas útiles y significativas, parece algo de sentido común, independientemente de la edad.
Así, el enfoque parece relevante, por ejemplo, para los que planean mudarse a una nueva vivienda, para los estudiantes que dejan la casa de sus padres y, en general, para los que no quieran acumular basura.
El libro de Magnusson ya es un éxito de ventas en muchos países, no solo entre los lectores mayores, sino también entre los jóvenes, al tiempo que ‘la limpieza de la muerte’ hoy en día puede ser considerada tendencia en varios países, una forma de vida para todas las generaciones.
Algunas claves del método
En pocas palabras, la metodología sirve para todo aquel que quiera simplificar y organizar su vida, resume la revista Cosmopolitan. Aquí se describen los puntos esenciales.
– No tener prisa, pues la ‘limpieza’ debe ser un proceso continuo y no puede terminar en un día, una semana o un mes. No se trata de un período de purga, sino de un cambio en el estilo de vida.
– Expresar las intenciones, es decir, contarle a los amigos y familiares estos planes para hacer que tomen parte. En el libro, Magnusson resalta que este es un paso muy importante, indica Tree Hugger.
– Regalar los artículos que ya no se necesitan ni desean a personas que podrían usarlos o quererlos.
– Comenzar por el armario. Según Magnusson, es menos exigente emocionalmente y ayuda a conseguir motivación para ocuparse de otras partes del hogar.
– El proceso es ‘terapéutico’. La ‘limpieza de la muerte’ no implica la muerte como tal. Se trata de mirar atrás y quedarse solo con lo que es importante, de hacer un balance de lo vivido, revivir recuerdos entrañables y reencontrar objetos olvidados.
– Recompensarse a sí mismo, pero no con cosas materiales. Al terminar una etapa de organización, es posible darse un gusto, como ir al cine, hacerse la manicura o comer algo delicioso.