Internacional.- El periodista y fundador de WikiLeaks, Julian Assange, realizó este martes sus primeras declaraciones públicas desde su liberación de prisión el pasado junio tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos.
«Quiero ser totalmente claro: hoy no soy libre porque el sistema haya funcionado. Hoy soy libre después de años de encarcelamiento porque me declaré culpable de [hacer] periodismo», declaró en su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) en Estrasburgo, Francia.
«Me declaré culpable de buscar información de una fuente. Me declaré culpable de obtener información de una fuente y me declaré culpable de informar al público cuál era esa información«, continuó el periodista.
Preocupación por la libertad de expresión
Por otra parte, Assange mostró su preocupación por los ataques a la libertad de expresión. «La verdad ahora parece menos perceptible […] Lamento cuánto terreno se ha perdido […] cómo la expresión de la verdad se ha visto socavada, atacada, debilitada y disminuida«, manifestó, agregando que ve «más impunidad, más secretismo y más represalias por decir la verdad».
En esa línea, criticó a Washington por su rol en tal escenario. «Es difícil no trazar una línea entre el procesamiento que me ha impuesto el Gobierno de Estados Unidos, su decisión de cruzar el Rubicón al criminalizar internacionalmente el periodismo, y el clima de enfriamiento de la libertad de expresión que existe ahora», subrayó.
La reaparición del periodista se produce después de que la APCE publicara un informe sobre su reclusión en la prisión de alta seguridad británica de Belmarsh, en el que el comité calificó a Assange como prisionero político y emitió un proyecto de resolución expresando profunda preocupación por su duro trato.
Largo camino hacia la libertad
El comunicador australiano fue acusado de recibir y publicar cientos de miles de registros de guerra y cables diplomáticos que incluían detalles de las malas prácticas militares de Estados Unidos en Irak y Afganistán
El fundador de WikiLeaks fue encarcelado en Belmarsh en 2019, luego de que el entonces presidente de Ecuador, Lenín Moreno, permitiera su arresto en la embajada ecuatoriana en Londres, donde había permanecido en condición de asilado durante siete años, desde junio de 2012.
A fines de junio, quedó oficialmente liberado después de llegar a un acuerdo de culpabilidad con el Departamento de Justicia de EE.UU. En su veredicto, la jueza Ramona V. Manglona sentenció a Assange a la misma cantidad de años que ya había pasado en la cárcel, sin el período de libertad vigilada, por lo que salió de la sala del tribunal como un hombre libre, tras lo cual viajó a Australia para reunirse con su familia.