Chihuahua, Chih.- La Apple Cup es un torneo internacional de fútbol con un premio espectacular: los ganadores se clasifican a la Donosti Cup y viajan a España a disputarla. Entre la sede de la Donosti Cup, San Sebastián, y la ciudad de Chihuahua hay 8891 kilómetros, que son mucho más que un recorrido: son una invitación para ver el mundo entero como una cancha donde jugar libremente.
La Categoría 2011 del Club Independiente se prepara para el viaje tras un emocionante duelo final con los Fundadores de Delicias en la Apple Cup, donde lograron un marcador 2 – 1 a su favor, consagrándose tricampeones al ser la tercera vez que la cantera dorada atravezará el Atlántico gracias a su desempeño en el torneo, que celebra este año su octava edición.
En esta ocasión el Club Independiente fue el único equipo en conseguir el pase internacional para representar a México a la par de los equipos del Colegio Arca de Tijuana en la Categoría 2013 y las Cobras de El Paso en la 2015. “Piénsalo, deséalo, suéñalo. No importa cuántas veces falles. Muchachos, gracias por confiar y creer, sobre todo en ustedes, nada los limita”, dijo emocionado Misael Solís, entrenador de la escuadra, que con estas palabras concisas y poderosas mostró la manera en que guió al equipo a la victoria, con indicaciones directas, esfuerzo y cero excusas.
El impacto de la victoria resuena más allá de las porras y celebraciones de la cancha, para llegar a los corazones de todos los niños, niñas y jóvenes chihuahuenses que aman el deporte más bonito del mundo, que ven cómo los sueños SÍ se cumplen si trabajas por ellos. Como lo indicó el entrenador Misael Solís, las fronteras no limitan los anhelos que nos impulsan si la voluntad de crecer está presente.
La 32 entrega de la Donosti Cup se celebrará entre el 1 y el 7 de julio del 2024, donde 450 equipos de más de 20 países ya se encuentran inscritos, ¡está a la vuelta de la esquina! Y con ella el estado grande listo para apoyar el talento chihuahuense.
Los 8891 kilómetros entre San Sebastián y Chihuahua ya empezaron a desaparecer y lo harán por completo cuando nuestros atletas lleven en el pecho, justo al lado de su escudo, los aplausos y porras de su tierra.