Estados Unidos.- Una indocumentada mexicana, junto con su hija, hijo y sobrino, explotaban sexualmente a jóvenes mujeres indocumentadas e incluso a menores de edad, a través de golpizas, amenazas y otras intimidaciones, en una cantina de un burdel que la mujer instaló en Houston.
María Botello Morales, de 56 años de edad, este lunes 30 de enero, se declaró culpable de traficar y explotar a muchas chicas, en el bar “Puerto Alegre” ubicado al este de aquella ciudad y podría recibir una sentencia que va de los 10 años a la cadena perpetua en prisión.
Desde el año 2007, traficó a una menor a quien explotó sexualmente, de 2015 a 2020 y puso en marcha el bar, donde sometía a sus víctimas física y psicológicamente y que contaba con habitaciones en la parte posterior.
A los clientes les cobraba 70 dólares por pasar 15 minutos con alguna de las chicas del bar y les daba un preservativo envuelto en una servilleta; los demás familiares atendían la parte posterior de la cantina.
Todas las muchachas empezaron como meseras en el bar, pero luego las obligó a tener trato carnal con los clientes, cuando se rehusaban a cohabitar con los hombres, venían las amenazas de golpizas o las agredían los otros cómplices, hijos y sobrinos de la acusada. Pero no terminó todo ahí, comenzó a traer jóvenes desde México para explotarlas.
El juez federal, Andrew Handen, aceptó la confesión de culpa y el pre arreglo de la mujer con el fiscal federal del sur de Texas, Alamdar Hamdani.
La Comisión de Alcohol y Tabaco de Texas, Investigaciones de Seguridad Interna (HSI) y la Policía de Houston, llevaron a cabo la investigación y recaudación de evidencia.
Con Información de Comunicado.