Internacional.- La historia se remonta a Turquía, donde nació Nicolás de Bari, un niño que disfrutaba ayudando a las personas más necesitadas, por lo que decidió dedicarse a la vida religiosa.
No tardó mucho en convertirse en un obispo muy conocido por su ferviente fe, más tarde lo hicieron santo y fue llamado San Nicolás.
Una de las historias cuenta que un día encontró a tres niños que habían sido acuchillados, comenzó a rezar y logró resucitarlos, así lo nombraron “Santo patrón de los niños”. Se dice que en realidad era delgado, de estatura alta y que usaba ropa verde con cruces en su vestimenta.
Falleció un 6 de diciembre, y gracias a su fama de dar regalos y curar a los niños se decidió que sería la imagen que representaría a la navidad. Los holandeses fueron los encargados de compartir la leyenda en Nueva Ámsterdam (Nueva York), su forma de decir San Nicolás era “Sinterklaas” poco a poco la palabra se transformó en Santa Claus.
Fue hasta 1809 que el escritor Washington Irving mencionó que este personaje sobrevolaba los techos de las casas para repartir regalos. En 1823 un poema describe a un personaje gordo que viaja en un trineo con renos y reparte juguetes una noche antes de navidad. Finalmente en 1931 la compañía Coca-Cola encargó al pintor Haddon Sundbol darle una nueva imagen al personaje, con el fin de que fuera más amigable y bondadoso para ocuparlo en su publicidad.