México.- De origen alemán, el árbol como símbolo navideño llegó a México en la segunda mitad del siglo XIX de manos de la aristocracia europea. El primer árbol de Navidad al que México le prestó toda su atención fue el que se levantó en el Castillo de Chapultepec tras la llegada de Maximiliano y Carlota en 1864. Maximiliano de Habsburgo, familiarizado con las costumbres de la corte austriaca, promovió este nuevo símbolo de forma oficial y lo mantuvo como un elemento de las fiestas navideñas durante los tres años de duración del Segundo Imperio Mexicano.
Muchas familias mexicanas de clase alta vieron en este nuevo símbolo otra forma de demostrar su opulencia y lo adoptaron sin mayores miramientos. Aunque la costumbre se frenó tras la caída del imperio en 1867, la figura del árbol de Navidad ya se encontraba bien instaurada en la mente de los mexicanos y resurgió algunas décadas más adelante para nunca más partir.
Cabe mencionar que, aunque el árbol de Maximiliano es reconocido como el primer árbol de Navidad “oficial” en México, la costumbre ya se encontraba presente en algunos lugares del país con presencia de inmigrantes alemanes. Ernst Pitner, un soldado de la Legión Austriaca que había llegado a México durante la Intervención Francesa, menciona en una carta a su familia que la casa en la que pasó una Navidad en Monterrey —alrededor de 1865— contaba con un árbol de Navidad como los que se usaban en su país. Es probable que esta casa haya sido de expatriados alemanes.
Con información de Matadornetwork