Vaticano.- Frente a 10 mil feligreses de diferentes partes del mundo se llevó a cabo la ceremonia religiosa correspondiente al Viernes Santo en el Coliseo Romano, símbolo de la persecución de los primeros cristianos, en donde el Papa Francisco presidió el Viacrucis, después de dos años, en el que este rito, uno de los más seguidos de la semana santa, fuera suspendido por la pandemia.
En 2020 y 2021 el Vía Crucis fue celebrado en una plaza de San Pedro desierta a causa de las restricciones por el coronavirus.
El Vía Crucis se desarrolló hasta casi la medianoche del horario de Roma, mientras diversos grupos de familias se pasaban la cruz hasta llegar al Papa, quien al final pronunció una oración.
Una de las estaciones por las que pasará la cruz estará protagonizada por dos amigas, Irina y Albina, una ucraniana y otra rusa, que trabajan juntas en un hospital de Roma. Una señal de reconciliación que ha suscitado el desacuerdo de la embajada ucraniana ante la Santa Sede y ha levantado polémicas en algunos sectores.