Vaticano.- El Papa Francisco ofició una misa en la basílica de San Pedro del vaticano con motivo del Jueves Santo a la cual asistieron alrededor de mil ochocientos sacerdotes a quienes les pidió no centrarse en preocupaciones mundanas como el poder, la planificación o la burocracia y los animó a servir con al pueblo con la conciencia tranquila y fiel a Dios; empero, no hizo referencia directa a los escándalos en los que se ha visto envuelto el clero durante los últimos años.
Durante la tarde, el pontífice visitó una prisión del noroeste de Roma para la ceremonia del lavatorio de pies que recuerda el gesto de humildad que según la biblia, tuvo Jesús con sus apóstoles y en donde el Papa realizó lo propio con los reclusos del centro penitenciario.
Este año, en el viacrucis del Viernes Santo, se celebrará una procesión a la luz de las antorchas la cual regresará a su emplazamiento original, el Coliseo de Roma, tras dos años de ausencia por la pandemia del coronavirus.