Catar.- Una situación indigna a México luego que se revelara que una mujer mexicana sufrió de abuso en Catar, y en lugar de castigar a quienes cometieron el delito, ella fue quien recibió la condena de 100 latigazos y siete años de cárcel.
Se trata de la intelectual Paola Schietekat Sedas, quien trabajaba en el Comité Organizador del Mundial de Futbol próximo a realizarse en el país.
Si bien, pudo librar el castigo porque logró salir de Doha, la también economista, politóloga y antropóloga, señaló que no podrá volver a lo que calificaba como su “trabaja soñado” y que ahora lo considera como una injusticia.
De acuerdo con Schietekat Sedas, los hechos ocurrieron el pasado 6 de junio de 2021, cuando un conocido al que consideraba su amigo, perteneciente a la comunidad latina en Doha, entró a su departamento mientras dormía. La joven contó que comenzaron a forcejear, pero fue sobrepasada por el agresor y terminó en el suelo, con moretones en el brazo izquierdo, el hombro y la espalda.
“Mantuve la cabeza fría le avisé a mi mamá, a un colega del trabajo y documenté todo con fotos, para que mi memoria no minimizara los eventos o borrara por completo parte de ellos”, reveló.
Tras ello, acudió a realizar la denuncia con su certificado médico, y acompañada por el cónsul de México en Catar, Luis Ancona. Posteriormente le llamaron para dar su testimonio de lo ocurrido, pero todo cambió y de ser la acusadora pasó a ser la acusada, esto porque el agresor argumentó que eran novios y que ella le dio el consentimiento de entrar a su departamento.
Fue así que las autoridades, bajo la ley de las relaciones extramatrimoniales que son consideradas un delito, decidieron absolver al agresor y a ella se le impuso la sentencia de 100 latigazos y siete años de prisión. Este castigo no se cumplirá debido a que la joven escapó con ayuda del Comité Organizador del Mundial y de Human Rights Watch para llegar a México el pasado 25 de junio.
Esta no es la primera ocasión que Paola Schietekat Sedas sufre un abuso en su vida, narró que cuando tenía 16 años, su primer novio la encerró en su departamento, la violó y amenazó con matarla después de propinarle una golpiza que le dejó marcas por algunas semanas. Añadió que la agresión surgió como un arranque de celos de su entonces pareja.
“Recuerdo el camino de regreso a mi casa, pensando en qué iba a decirle a mis papás para justificar las horas en las que no les contesté el teléfono, en cómo iba a ocultar las marcas, porque claramente sentía que era mi culpa, y porque era una niña, sin la capacidad de racionalizar que lo que acababa de vivir era un intento de feminicidio, y porque era una víctima de violencia sexual, que interiorizó, como hacen muchas, la culpa y la vergüenza de lo sucedido”, expresó.
Abusan de mujer mexicana en Catar y la condenan a 100 latigazos y 7 años en cárcel
La joven mexicana tardó 10 años en contar su historia y señaló que mientras a ella le costó terapias, medicamentos y síntomas de estrés postraumático, su agresor ya se casó y tuvo una hija. Asimismo, señaló que sintió enojo consigo misma por no haber denunciado en su momento. Ahora con este nuevo caso, su abogada le recomendó que se casara con su abusador, comentario que fue sorpresivo para ella.