Chihuahua, Chih. Roberto Antonio Solís Montelongo, policía de academia de la Dirección de Seguridad Pública Municipal; Sergio Adolfo Sauzameda Díaz, policía segundo; y Luciano Carrasco Chavez, policía con el mismo grado y coordinador del programa de supervisión para el tratamiento de las adicciones para delincuentes menores del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Chihuahua, han recibido una gran encomienda: vigilar y acompañar a aquellos hombres y mujeres que han infraccionado la ley y que son sujetos a este benéfico programa.
Una labor aparentemente sencilla, pero que lleva implícita una gran responsabilidad para ellos, pues como policías deben acompañar a lo largo de todo el procedimiento a adolescentes y adultos que han sido beneficiados con este programa perteneciente a la máxima autoridad judicial del estado de Chihuahua, enfocado a personas cuyos delitos no exceden los 5 años de prisión y cumplan con los estrictos requisitos que impone el Poder Judicial.
Y es que el problema de las adicciones a nivel general ha librado una constante batalla entre el combatiente (Gobierno) y el consumidor, siendo junto con el alcohol, en muchos de los casos, el principal detonante de ciertos ilícitos que se cometen sin una real intencionalidad, ni dolo, por ejemplo, algunos robos o violencia familiar y que, bajo determinadas circunstancias y con anuencia tanto de inculpados como víctimas, pueden conmutar la privación de la libertad por un proceso transparente de desintoxicación psicológica, física y social, aunado a la reparación del daño; seis meses en el caso de los menores de edad y de al menos 1 año en el caso de los mayores.
Gracias a la preparación y profesionalización con que cuenta un alto número de elementos de la Policía Municipal, desde hace siete años fueron solicitados para formar parte de este ejercicio, que ha logrado una efectividad y éxito de poco más del 90 por ciento en los casos atendidos.
Acompañamiento físico y emocional, gestión de terapias, becas escolares y apoyos económicos, forman parte de las actividades que los tres policías municipales realizan en favor de los inscritos al programa, algunos de ellos con historias de vida que los marcan hasta los huesos y cuya satisfacción personal al verlos concluir de manera exitosa su periodo de reinserción social, pareciera ser el mejor regalo.
Además, la enseñanza de los agentes no se limita sólo al municipio de Chihuahua, pues han acudido a otros como Meoqui, Delicias y Cuauhtémoc, a replicar sus conocimientos entre policías de aquellos lugares y jóvenes propensos a caer en las redes de esta problemática.
Actualmente son 20 en la ciudad los que están siendo guiados por los elementos bajo este esquema judicial, esperando que la mayoría concluyan de manera positiva el proceso multidisciplinario.