Roma.- El papa Francisco defendió al arzobispo de París, Michel Aupetit, que dimitió recientemente por las acusaciones de que mantenía relaciones íntimas con una mujer, diciendo que el arzobispo fue víctima de pequeñas habladurías.
«Acepté su dimisión no en el altar de la verdad, sino en el de la hipocresía», dijo el papa durante un encuentro con la prensa a su regreso de Atenas, Grecia, este lunes.
El papa admitió que el arzobispo había sido culpable de «pequeñas caricias, masajes» a su secretaria, pero aseguró que esos «no son los peores pecados».
«Falló contra el sexto mandamiento, no totalmente… pero es un pecado. Pero los pecados de la carne no son los peores pecados», dijo Francisco citando el orgullo y el odio como más importantes.
El arzobispo negó que la relación fuera de carácter sexual.
«Si no lo sabemos, no podemos condenar», dijo Francisco.
El papa culpó a los chismes y a la opinión pública de haber forzado al arzobispo a renunciar. «Cuando las habladurías aumentan y se incrementan hasta el punto de quitarle la reputación a una persona, ésta ya no puede gobernar», dijo Francisco.
«Nuestra iglesia no está acostumbrada a un obispo pecador, queremos pretender que un obispo sea un santo pero todos somos pecadores».