Especialista de la Facultad de Zootecnia y Ecología de la UACH lanzó un llamado a la población para proteger a las serpientes nativas de la entidad, ya que en Chihuahua se calcula que existen un total de once especies, entre ellas las de cascabel y coralillo que se encuentran en peligro de extinción.
Lo anterior fue dado a conocer por el Dr. Jesús Fernández, maestro investigador de Ecología y Evolución de Vertebrados, quien agregó que de estas serpientes, nueve pertenecen al grupo denominado como de cascabel, que se les puede identificar a través de diferentes características, como es el color de la piel, la longitud del cuerpo, número de escamas y tipo de vegetación donde viven; mientras que las otras dos especies corresponden al grupo conocido como serpiente de Coral o Coralillo, como comúnmente se les nombra en nuestra localidad y que se ubican en la Lista de Especies en Peligro de Extinción de la SEMARNAT.
Mencionó que las víboras de cascabel y las de coralillo son catalogadas como altamente venenosas, y que gracias a esa característica son depredadores exitosos especialmente de roedores; sin embargo, muchas de ellas, debido a la destrucción de su ambiente y la depredación que sufren a veces a manos de las personas, han ido poco a poco desapareciendo, por eso se exhorta a cuidarlas y evitar molestarlas durante la temporada de calor que se presenta especialmente durante los meses de julio y agosto, que es cuando aprovechan para salir de sus madrigueras a buscar alimentos o para reproducirse.
Dijo que lamentablemente han sido varios los impactos de la actividad humana, que en los últimos años ha provocado serios detrimentos a la biodiversidad y en el hábitat de cientos de especies de reptiles que hoy ven peligrar su espacio y su vida.
“Todas las culebras, serpientes, y reptiles en general, durante las temporadas frías o de invierno se esconden bajo piedras, en cuevas o entre matorrales, pero durante las altas temperaturas como las que se registran en estos días, todos los reptiles y no sólo las serpientes, aumentan su actividad, comienzan a buscar presas para cazar y alimentarse y entran en época de reproducción, ahorita estamos viendo que muchas de ellas se pueden encontrar con frecuencia en los cerros, incluso bajan a lugares más transitados, pero sólo para buscar comida o pareja”, afirmó el catedrático de la UACH.
Agregó que las serpientes de cascabel, generalmente cuando se sienten en peligro, de manera natural mueven el cascabel y con ello avisan que están cerca y que tengan cuidado porque solamente están buscando conejos, roedores o lagartijas para alimentarse.
Chihuahua es conocido como el estado grande y es grande no solamente en extensión territorial, sino también en su biodiversidad, sin embargo, las serpientes en ocasiones son avistadas en lugares más urbanos y no porque ellas quieran atacar al ser humano, sino porque las personas están invadiendo su hábitat o medio ambiente.
Por último, recomendó que si llegan a toparse con alguna víbora de cascabel o coralillo, lo mejor es evitarlas, y avisar a las autoridades, para que sean los especialistas quienes las rescaten y las regresen a su hábitat y en su caso si son atacados por ellas, lo mejor es permanecer en calma y asistir de manera inmediata a un centro de salud para que le apliquen el antídoto.