El pasado domingo 6 de junio México llevó a cabo las elecciones más grandes de su historia, consideradas así debió a que se renovaban más de 20 mil cargos de elección popular, entre estos 500 miembros de la cámara de diputadas, la gubernatura para 15 estado de la república, así como miles de cargos en congresos locales y ayuntamientos.
Pese a que durante las elecciones se vivió de todo, lo inesperado fue la violencia que cobró la vida de decenas de civiles que participaron directa o indirectamente en este ejercicio democrático, hecho que a 15 días de dicha fecha no deja de hacer eco en todo el mundo, pues las Naciones Unidas ya ha dado a conocer su postura al respecto.
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, informó este lunes, que el nivel de violencia registrado durante la campaña para las elecciones 2021 fue alarmante y planteó que es fundamental que se castiguen los actos criminales cometidos y se garantice que no se repetirán.
Bachelet señaló que se documentaron al menos 91 asesinatos de personas políticos y miembros de partidos, de los cuales 36 se presentaban como candidatos. Dichas mujeres tuvieron lugar entre el pasado septiembre y en días previos a las elecciones, es decir en un lapso de 9 meses.
A lo anterior, la alta comisionada sumó los actos de ataque e intimidación en contra de participantes del proceso electoral, tales como violencia de género, de carácter sexual y campañas de difamación, según lo observado durante todo el proceso.
Además de sancionar todos estos crímenes, Bachelet pidió al Gobierno de México que se abstenga de utilizar un lenguaje que descalifique a aquellos que critican a las autoridades o que pueda poner en cuestión la independencia de organismos públicos autónomos, incluidas entidades electorales.