Redes.- Sandie Crisp, nacida como Johnnie Baima, fue una mujer trans que encontró en el arte drag una forma de expresión y de defensa de los derechos de su comunidad. Desde pequeña enfrentó dificultades: sus padres se separaron, sufrió violencia y contrajo polio.
Una atención médica inadecuada le colocó una barra metálica en la columna, afectando su crecimiento y movilidad.
A pesar de las adversidades, Sandie nunca dejó de luchar. Conocida como “The Goddess Bunny”, se convirtió en un ícono del underground en Los Ángeles, y su historia quedó plasmada en un documental de los años ochenta.
En 2007, un fragmento del documental fue editado y difundido en YouTube bajo el título “Obedece a la morsa”, con un montaje que buscaba causar incomodidad.
El video se volvió viral en Latinoamérica y generó una leyenda urbana aterradora.
La realidad es que Sandie era un ser humano lleno de coraje y creatividad. Muchos la recuerdan como “La Morsa”, pero su verdadera historia es la de una mujer que resistió la adversidad y dejó un legado imborrable en la cultura y en la comunidad LGBT+.