Dinamarca.- Un grupo de investigadores ha descubierto cómo las plantas controlan el crecimiento de sus raíces, y también ha encontrado información crucial para desarrollar cultivos más resistentes a distintos climas.
De acuerdo con un estudio del Departamento de Biología de la Universidad de Copenhague, las plantas, para alcanzar el agua, recolectar nutrientes y mantenerse erguidas, se apoyan en las puntas de sus raíces, que exploran el suelo y se extienden para mantenerlas vivas. Este proceso es clave especialmente durante periodos que oscilan entre largas sequías y lluvias repentinas, y los científicos lo han relacionado con un fenómeno similar al ayuno, conocido como autofagia.
El equipo se centró en el estudio de las raíces y descubrió que el ayuno no solo es beneficioso para la salud humana —donde activa procesos de limpieza celular—, sino que en el reino vegetal existe un mecanismo comparable, que permite a las raíces crecer y absorber agua de manera más eficiente. Así lo explicó Eleazar Rodríguez, profesor adjunto del Departamento de Biología y responsable del estudio.
El ritmo interno que impulsa a las raíces
Los investigadores analizaron la auxina, una fitohormona que regula el crecimiento de las plantas y sus raíces. Según el estudio, la auxina actúa como un “combustible” que impulsa un ritmo interno similar al de un latido cardíaco, donde cada cuatro a seis horas se alcanza un punto máximo que desencadena el crecimiento de nuevas raíces.
Para probarlo, los científicos desactivaron el mecanismo de limpieza celular en una planta mutante de Arabidopsis (también conocida como berro de Tailandia). Al eliminar la autofagia, observaron que el “latido” del crecimiento se debilitaba y se desincronizaba. Así concluyeron que mantener en equilibrio los procesos bioquímicos internos permite un crecimiento más saludable y eficiente de las raíces.

Según el equipo, este conocimiento puede convertirse en una herramienta clave frente al cambio climático, especialmente por el aumento de sequías e inundaciones. En este escenario, las raíces de los cultivos necesitan adaptarse y seguir en crecimiento independientemente de las condiciones ambientales.
Aplicaciones prácticas para cultivos y cambio climático
Actualmente existen múltiples métodos para modificar genéticamente las plantas y lograr que desarrollen raíces más largas o resistentes. Sin embargo, la ventaja de este nuevo hallazgo es que puede aplicarse a todas las plantas con flores, lo que incluye cultivos fundamentales como el jitomate, la papa, el arroz, el trigo y el maíz.
Esto permitiría que las plantas absorban más agua y nutrientes, lo que se traduciría en un crecimiento más rápido y eficiente. A su vez, implicaría no solo una mayor producción de alimentos, sino también una mayor capacidad de captura de CO₂ de la atmósfera y una mejora en la generación de oxígeno.