Ciudad del Vaticano.- Durante la mañana del lunes 21 de abril, la Santa Sede confirmó de manera oficial el fallecimiento del papa Francisco, aclarando los motivos de su muerte tras semanas de especulación relacionadas con su frágil estado de salud. De acuerdo con el comunicado emitido, el sumo pontífice falleció a los 88 años a causa de un accidente cerebrovascular, también conocido como ictus cerebral, ocurrido en su residencia de Casa Santa Marta, en la ciudad de Roma.
Las incógnitas sobre su salud y el desenlace definitivo
El papa Francisco había atravesado diversos padecimientos de salud en los últimos años, lo cual generó inquietudes sobre los motivos precisos de su deceso. En febrero de este mismo año, una neumonía bilateral lo obligó a permanecer internado durante 38 días, afectando gravemente su estado físico. También sufría de ciática persistente, dificultades respiratorias y afecciones cardíacas, condiciones que, según expertos médicos, habrían influido en el trágico desenlace.
El ictus cerebral, término médico que se refiere a una interrupción repentina del flujo sanguíneo en el cerebro, fue descrito como repentino e irreversible. Este ocurrió en la madrugada del lunes. A las 6:00 a.m., el pontífice aún presentaba signos de estabilidad, pero a las 7:00 a.m. experimentó un deterioro agudo. Su fallecimiento fue certificado a las 7:35 a.m., dejando a la comunidad católica mundial sumida en una profunda tristeza.
Última aparición pública y herencia espiritual
Pese a su frágil estado, el papa Francisco tuvo su última aparición pública el domingo 20 de abril, durante la tradicional bendición pascual en la Plaza de San Pedro. Aunque se presentó en silla de ruedas y su debilidad era notoria, mantuvo su característica cercanía con los creyentes.
Ritos funerarios y continuidad pastoral
El Vaticano informó que las exequias se llevarán a cabo durante nueve días, conforme al protocolo litúrgico. Decenas de miles de personas ya han comenzado a congregarse en la Plaza de San Pedro para despedir al pontífice que dejó una huella con su impulso a las reformas pastorales y su enfoque inclusivo. Por lo pronto, el cardenal Kevin Joseph Farrell asumirá de manera provisional las funciones papales, mientras se prevé que el cónclave para elegir a su sucesor se lleve a cabo en breve.