Chihuahua, Chih.- Con el comienzo de las fiestas decembrinas, aumenta la peligrosa tradición chihuahuense de realizar disparos al aire libre, una acción ilegal que puede tener consecuencias fatales.
En años anteriores se han registrado incidentes trágicos en el estado relacionados con esta práctica, comúnmente conocida como “echar bala”.
Factores como las celebraciones, el consumo de bebidas alcohólicas o incluso de drogas pueden alterar la percepción, haciendo creer a algunas personas que disparar al aire no implica riesgos.
Sin embargo, la velocidad inicial de un proyectil disparado hacia arriba puede alcanzar hasta mil 300 kilómetros por hora, y al caer puede descender entre 150 y 200 kilómetros por hora, velocidad suficiente para penetrar el cuerpo humano y causar lesiones graves o incluso la muerte.


