Internacional.- De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, más de 55 millones de personas en el mundo sufren demencia, y cada año existen 10 millones de casos nuevos. Dicha enfermedad está asociada con la presencia de proteína beta aminoide en el cerebro, por lo que dormir menos de siete horas al día puede ser un factor de riesgo entre personas vulnerables, ya que es durante el sueño que nuestro organismo elimina esta sustancia.
Recientemente se propuso una “teoría del todo” que unificaba años de estudios al respecto en un nuevo modelo que permitiría detectar y atender a tiempo a pacientes con demencia y Alzheimer. Sin embargo, en 2024 científicos británicos revelaron que ciertos problemas de visión podrían ayudar a identificar la demencia en pacientes hasta 12 años antes de la aparición de los primeros síntomas evidentes.
El estudio
Según Science Alert, los investigadores realizaron un experimento que duró varios años y contó con la participación de más de 8,600 personas. Al comienzo del estudio, cada voluntario debió realizar una prueba de sensibilidad visual. Esta consistía en presionar un botón cuando vieran un triángulo formarse en un campo de puntos móviles.
Al final del periodo de estudio, 537 de los participantes habían sido diagnosticados con demencia. Los pacientes con la enfermedad habían tardado más en identificar la figura, lo que indicaba que la pérdida de sensibilidad visual podría estar directamente relacionada con el deterioro cognitivo.
De acuerdo con Eef Hogervorst, profesora de Psicología Biológica en la Universidad de Loughborough y autora principal del estudio, esto puede deberse a que las placas amiloides asociadas a la enfermedad suelen afectar primero las áreas del cerebro asociadas a la visión, mientras que las áreas asociadas a la memoria se dañan a medida que la enfermedad progresa.
Para Hogervorst, las pruebas basadas en el tiempo de reacción ante estímulos visuales podrían ser clave para el diagnóstico en etapas tempranas de la enfermedad. Incluso puede que sean aún más reveladoras que las pruebas de memoria convencionales. Por desgracia, las tecnologías de seguimiento ocular suelen ser caras, lo que obstaculiza el acceso a estas.

Ojos que no ven, cerebro que no recuerda
Los científicos también hallaron que las personas con Alzheimer tienen más dificultades para controlar sus movimientos oculares y les cuesta ignorar estímulos visuales irrelevantes. Esto es algo preocupante, ya que puede hacer a los pacientes con demencia más propensos a accidentes automovilísticos.
También se observó que las personas con este padecimiento pueden parecer desconectadas visualmente del entorno, pues no miran a su interlocutor en conversaciones ni escanean activamente el espacio a su alrededor. Estas señales permiten a médicos notar signos tempranos de demencia en algunos pacientes.
Por desgracia, a pesar de estos avances, las causas de la enfermedad aún permanecen en el misterio. Un artículo publicado en JAMA Neurology contabilizó 15 factores que podrían aumentar el riesgo de padecerla. Algunos de estos se relacionan con el consumo de alcohol y con otras enfermedades como diabetes, ictus o padecimientos cardiacos. Sin embargo, la lista considera también factores socioeconómicos como la pobreza y el aislamiento social.