México.- Los huevos son cuerpos esféricos. Algunos creen que se consumen desde los inicios de la humanidad. En la época actual, los más consumidos son los de gallina; sin embargo, también son comunes los de codorniz, pato, oca y pavo. Un dato que casi nadie sabe es que los huevos que consumimos no tienen «un pollito» dentro porque, para eso, necesitarías un gallo que fecunde los huevos.
Una vez que el huevo está listo para ir a tu casa, debes entender que se compone de tres partes: una cáscara protectora, formada por carbonato de calcio; por dentro está la yema, cuya función biológica es aportar nutrientes y calorías; después está la clara, que es una textura transparente en la que, en su composición, casi el 90% es agua, y el resto es proteína, trazas de minerales, lípidos y vitaminas. Sin embargo, en ocasiones tiene una leve mancha roja, muy similar a la sangre, y aquí te explicamos qué es.
Qué significa la mancha roja que tienen algunos huevos
Si alguna vez ibas a cocinar un huevo y, al abrirlo, notaste que en la yema y la clara había una mancha roja, como si fuera un coágulo de sangre, no te preocupes. Pero antes de que lo tires, debes saber que no presenta ningún tipo de riesgo. En otras palabras, esas manchas rojas no son sinónimo de que el huevo esté echado a perder, tenga poco valor nutritivo o esté en malas condiciones.
Las manchas son realmente restos de sangre, que están ahí por la ruptura de algún vaso sanguíneo o por pequeños pedazos de tejido que el propio huevo ha arrastrado en su proceso de formación. Es decir, es un mito que sea un signo de que el huevo ya ha sido fecundado y solo sea “un proyecto de pollito”. Ahora bien, es sabido que muchas personas son poco tolerantes a ver comida en mal estado y les produce repugnancia; en ese caso, deben buscar alternativas para ese alimento.
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Otros mitos del huevo
Como casi cualquier, los huevos también tienen mitos y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) tiene un estudio general de este alimento. En este, la procuraduría ha enlistado algunos de los mitos más importantes, entre los que destacan:
• Color de la yema es igual a calidad: El color de la yema, sea claro u oscuro, es resultado de la cantidad de carotenoides, pigmentos orgánicos que se encuentran en las plantas que tuvo el alimento de la gallina.
• Los huevos rojos son mejores: El color del cascarón es resultado del tipo de raza de la gallina.
• La yema engorda: Las proteínas y grasas del huevo, así como el 44% de las vitaminas A, D y E, se concentran en la yema; las claras, por su lado, tiene más de la mitad de las proteínas (56%), además de riboflavina, niacina, cloro, magnesio, potasio, sodio y azufre. Por tanto, lo mejor es consumir todo el producto, aunque con moderación.