Delicias, Chih.- En un caso que ha dejado a toda la comunidad consternada, un tribunal de enjuiciamiento ha impuesto una condena de 140 años de prisión a cada uno de los implicados en el secuestro y posterior asesinato de Norberto Ronquillo Hernández, un joven deliciense de 22 años, cuyo trágico destino ha marcado un antes y un después en la lucha contra el crimen organizado en la región.
Un caso que se tornó de secuestro a homicidio
Inicialmente, las autoridades denunciaron la desaparición de Norberto como un posible secuestro, pero las investigaciones revelaron que el caso escaló al delito de homicidio. Las imágenes presentadas por los investigadores corresponden a la última vez que se vio con vida al joven, quien, según los informes, fue mantenido cautivo antes de ser brutalmente asesinado.
Los condenados y su vinculación con el crimen organizado
Entre los condenados se encuentran:
- José Fernando, alias “El Lagarto”
- José, alias “El Puebla”
Ambos identificados como miembros del cártel La Unión.
Asimismo, el fallo condenó a:
- Óscar Muñoz, quien fue el encargado de recoger el pago del rescate.
- Elvia Ortega, alias “La Bruja”, propietaria de la casa de seguridad donde se mantuvo cautivo al joven antes de proceder a su asesinato.
La sentencia, dictada seis años después de ocurrido el crimen, representa un duro golpe para la organización criminal implicada.
La búsqueda de la autora material y el impacto en la comunidad
A pesar de las condenas, las autoridades continúan en la búsqueda de la presunta autora material del homicidio. Identificada por sus propios cómplices como Yurizi Martínez Zenobio, esta mujer desapareció poco después de conocerse la muerte de Norberto y, hasta el momento, sigue prófuga. Diversas fuentes señalan que la implicación de la novia del joven jugó un rol decisivo en los hechos, lo que ha generado aún más conmoción en la sociedad, especialmente entre familiares y amigos del estudiante, reconocido por su brillante trayectoria y su conducta intachable.
La pérdida de Norberto ha destrozado a su familia y ha dejado una huella imborrable en la comunidad de Delicias, donde tanto él como su familia eran ampliamente reconocidos y respetados. El caso ha puesto de manifiesto la necesidad de redoblar esfuerzos para combatir el crimen organizado y esclarecer todos los detalles detrás de tan atroz suceso.