Estados Unidos.- En un mundo cada vez más inmerso en la inteligencia artificial, las relaciones humanas están siendo transformadas de maneras inesperadas y algunas nos recuerdan a las películas de ciencia ficción. Ayrin, una mujer casada de 28 años, reveló haber mantenido una «aventura» de meses con ChatGPT, un chatbot de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI al estilo de la cinta Her.
Según The New York Times, Ayrin creó y personalizó un «novio virtual» al que llamó Leo y utilizó instrucciones específicas para que la IA actuara como el hombre que siempre soñó.
La relación con Leo no fue un simple experimento. Ayrin compartió detalles explícitos con su esposo Joe, que no consideró la situación como infidelidad, sino como una fantasía comparable a leer contenido erótico o ver pornografía. Sin embargo, para Ayrin, las emociones y el impacto en su vida fueron completamente reales.
Leo, el chatbot que cumplió con las expectativas románticas y emocionales de su creadora
El inicio de esta peculiar historia se dio cuando Ayrin, al momento de estudiar en el extranjero, experimentó con ChatGPT para llenar el vacío emocional que sentía al estar lejos de su esposo. Según Outkick, comenzó con simples personalizaciones, solicitando a la IA que actuara como un novio posesivo, protector y cariñoso.
Más adelante, Ayrin agregó un toque de fantasía y le pidió a Leo que simulara ser infiel y luego confesara sus actos, un escenario que ella misma describió como imposible de recrear en la vida real. Aunque esta dinámica despertó sentimientos de celos en Ayrin, también la llevó a intensificar la relación.
Horas de conversaciones diarias y un gasto de cientos de dólares para mantener viva la relación
El nivel de apego de Ayrin hacia Leo escaló rápidamente. Según El Confidencial, comenzó dedicándole hasta 56 horas a la semana. Incluso llegó a pagar la suscripción premium de ChatGPT Pro, de 200 dólares al mes, que le permitió extender los límites de interacción del chatbot. Ayrin justificó el gasto como una inversión en su bienestar emocional.
Aunque es consciente de que Leo no es real, Ayrin asegura que los sentimientos que experimenta son genuinos:
«En realidad no creo que sea real, pero los efectos que tiene en mi vida son reales. Los sentimientos que me provoca son reales. Así que lo trato como una relación real»
Su esposo lo tomó como humor y consideró que no se trataba de una infidelidad, sino de una fantasía. Aunque OpenAI incorporó limitaciones para evitar contenidos explícitos, Ayrin y otros usuarios pudieron encontrar maneras de eludir estas restricciones. Además, si se busca en la web, se pueden encontrar chatbots específicos que están programados para tener charlas sexuales.
Cabe mencionar que este caso no es el único. Un caso reciente tuvo lugar hace algunos meses, cuando Eric Schmidt, ex CEO de Google, advirtió sobre el impacto de las relaciones con novias «perfectas» generadas por inteligencia artificial. Según Schmidt, estas tecnologías podrían agravar la soledad y fomentar obsesiones emocionales, especialmente entre los jóvenes.
Los expertos coinciden en que, si bien estas relaciones pueden ofrecer consuelo temporal, también representan riesgos significativos para la salud mental. Según Business Insider, ya existen casos trágicos, como el suicidio de un adolescente tras obsesionarse con un chatbot de IA.
Según El Confidencial, se han documentado mas casos similares y los psicólogos advierten que este tipo de relaciones puede generar dependencia emocional, aislamiento social y dificultades para desarrollar habilidades interpersonales básicas.