Internacional.- “Si hay algo que el mundo necesita hoy mismo es una casa en la luna”. Si pensaste que lo dijo Elon Musk o Jeff Bezos, te perdonamos. En realidad fue un artista sueco, pero no hablaba del tipo de casas que imaginas.
El 15 de enero el cohete Falcon 9 de SpaceX despegó del Centro Espacial Kennedy de Florida, llevando al alunizador Blue Ghost de Firefly Aerospace y al alunizador Resilience de ispace hacia la luna. A bordo del alunizador Resilience, sin embargo, hay un objeto muy inusual: una casita sueca de color rojo con bordes blancos, muy pequeña y conocida como Casa de la Luna. Según lo detalla el sitio web de Mikael Genberg, el artista ha soñado con llevar su casita a la superficie lunar durante un cuarto de siglo y ahora su sueño está más cerca de concretarse.
“¿Qué significa esto? ¿Qué propósito hay en ello?”, preguntó Genberg en un video. La respuesta es muy simple: “Es arte”. Y aunque dice que el arte no tiene significado ni propósito, sí hay preguntas.
“Poner algo tan cotidiano como una casita roja en un lugar tan remoto, inhóspito y sin color como la luna implica que Mikael Genberg cuestiona nuestra percepción de lo que es posible y con sentido en el cosmos”, indica la descripción del proyecto en el sitio web de la Casa de la Luna. “Además, la casita tiene tono poético porque nos recuerda nuestras raíces y nuestro hogar en la Tierra, al tiempo de simbolizar nuestros sueños y ambiciones de explorar y ampliar nuestros límites conocidos”.
Ya recorrió varios lugares
Las casitas rojas de Genberg ya han aparecido en lugares del mundo: en árboles, bajo el agua, en la Gran Muralla China y hasta en la Estación Espacial Internacional. Dentro de unos meses el alunizador japonés Resilience tocará suelo en las regiones del norte del lado cercano de la luna. La Casita de la Luna ya está amarrada al micro explorador Tenacious, que saldrá del alunizador para explorar la superficie lunar, según declara la compañía.
Entonces “dejará allí la casita, tomará fotos, y la casa quedará allí durante miles y miles o tal vez, millones de años”, explicó Genberg en el video. Si todo sale según lo planeado la Casita de la Luna no será solo el primer proyecto de arte en llegar a la luna sino que técnicamente será el primer edificio de la luna (por lo que sabemos hasta hoy). Desde que tuvo esta idea, Genberg ha recaudado entre U$ 620.000 y U$ 888.000 para financiar el proyecto, incluyendo el vuelo, según lo informa Associated Press.