Argentina.- La reciente muerte del exintegrante de One Direction, Liam Payne, ha dado un giro inesperado. Las autoridades argentinas han revelado que tres personas han sido imputadas en relación con su fallecimiento, lo que sugiere que podría no haber sido un suicidio, como se pensó inicialmente.
El 16 de octubre, Liam Payne fue encontrado sin vida tras caer desde el balcón de su habitación en un hotel del barrio porteño de Palermo, Buenos Aires. La noticia conmocionó a sus seguidores y al mundo de la música. Sin embargo, las investigaciones han arrojado nueva luz sobre las circunstancias de su muerte.
La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14 de Buenos Aires ha imputado a tres personas por delitos de abandono de persona seguido de muerte, suministro y facilitación de estupefacientes. Entre los acusados se encuentra un amigo cercano de Payne, un empleado del hotel y un presunto proveedor de drogas.
Según los informes toxicológicos, Payne había consumido alcohol, cocaína y un antidepresivo en los días previos a su muerte. El fiscal del caso, Andrés Madrea, declaró que el cantante no estaba en condiciones de entender sus acciones debido al estado de intoxicación en el que se encontraba. «No sabía lo que hacía ni podía entenderlo», afirmó Madrea.
El amigo de Payne, quien lo acompañaba durante su estadía en Buenos Aires, ha sido acusado de abandono seguido de muerte y administración de estupefacientes. Se alega que no brindó la asistencia necesaria al cantante en su estado vulnerable. El empleado del hotel, por su parte, está imputado por suministro de narcóticos, ya que se le acusa de haber proporcionado cocaína a Payne en varias ocasiones. El tercer imputado, un traficante de drogas, también enfrenta cargos por suministro de estupefacientes.
La investigación ha sido exhaustiva, incluyendo el análisis de más de 800 horas de grabaciones de cámaras de seguridad del hotel y de la vía pública, así como del contenido del teléfono móvil de Payne. Además, se han realizado decenas de interrogatorios y estudios forenses para esclarecer los hechos.
Los resultados de la autopsia confirmaron que Payne falleció a causa de los traumatismos y hemorragias provocadas por la caída. Sin embargo, los informes sugieren que el cantante pudo haber caído en un estado de semi o total inconsciencia, lo que explicaría que no adoptara una postura refleja para protegerse durante la caída. Los expertos descartan la posibilidad de un acto consciente o voluntario, ya que Payne no era plenamente consciente de sus acciones en ese momento.
La noticia de las imputaciones ha generado un gran revuelo y ha reavivado el interés en el caso. Los seguidores de Payne esperan que la justicia esclarezca las circunstancias de su muerte y que los responsables enfrenten las consecuencias de sus acciones.
Mientras tanto, el cuerpo de Liam Payne ha sido repatriado a Reino Unido, donde sus familiares y amigos cercanos podrán darle el último adiós. La investigación continúa, y se espera que nuevas revelaciones salgan a la luz en los próximos días.