Estados Unidos.- Hace tiempo que Elon Musk nos había prometido Internet por satélite para móviles, aunque acerca de las pruebas iniciadas en 2023 junto a T-Mobile por parte de SpaceX no habíamos vuelto a tener noticia alguna. Hoy sabemos sin embargo, gracias a los compañeros de TechCrunch y Bloomberg, que efectivamente el próximo gran salto de nuestros smartphones probablemente sea la conectividad satelital, pues ya tenemos la confirmación de que Starlink tiene lista su red inicial de cobertura en base a una constelación de satélites.
No es este el único avance, en todo caso, pues además ha trascendido en las últimas horas que la certificadora norteamericana FCC ha concedido la autorización comercial pertinente a SpaceX, con el fin de que puedan iniciar el despliegue de este servicio que Starlink ofrecerá con T-Mobile como proveedor, como habíamos mencionado antes.
La idea es eliminar las barreras de las estaciones base terrestres para dotar a los móviles de una conectividad global, pudiendo comunicarse con los satélites de Starlink con velocidades elevadas y latencias aceptables sin que el consumo energético se dispare, sobre todo en aplicaciones de emergencia donde las coberturas pueden ser un problema a la hora de un rescate en montaña o lugares remotos.
De hecho, desde la propia FCC afirman en su documentación que han encontrado más aspectos positivos que negativos al analizar el servicio y sus implicaciones:
Descubrimos que las operaciones de SCS de SpaceX y T-Mobile producirán amplios beneficios, incluido un aumento en el acceso a los servicios de emergencia en áreas donde los consumidores no tendrían la capacidad de acceder de otro modo a una red terrestre con la que poder llamar al 911 o enviar mensajes de texto.
Por supuesto, esta autorización comercial no significa que mañana tengamos Starlink en los móviles, pues todavía deben resolverse muchos inconvenientes. Lo que sí supone es un empujón para que SpaceX pueda avanzar con su desarrollo, con pruebas ya realizadas en el ‘Mundo Real’ durante los huracanes Helene y Milton para permitir que las áreas afectadas tuvieran un mejor acceso al servicio de emergencias.
En el lado de los temas a resolver, por supuesto está que se necesitarán dispositivos compatibles con esta tecnología en el apartado del hardware, sumando además la necesidad que el servicio se opere como una extensión de una red móvil terrestre, esto por las limitaciones y regulaciones de las transmisiones espaciales. Además tendrán que evitarse interferencias con servicios en tierra y resolver cómo se conseguirá una sincronización efectiva con una estación base que está a cientos de kilómetros fuera del planeta.
Los reguladores de los Estados Unidos denominan al servicio cobertura suplementaria desde el espacio, SCS por sus siglas, permitiendo a SpaceX adelantarse a su competencia con 7.500 satélites aprobados a altitudes a partir de los 340, 345, 350 y 360 kilómetros de altura. Cualquier despliegue por debajo de los 400 kilómetros, eso sí, deberá ser revisado y aprobado por la NASA, puesto que está cerca del límite inferior de la órbita de la Estación Espacial Internacional.
Ya sabemos que sí, que la conexión global de nuestros móviles vía satélite está en el horizonte cercano, así que ahora sólo queda esperar a que SpaceX y T-Mobile completen sus pruebas y desarrollos… ¡Antes de que nos enseñen (y asusten) con los precios!
Con información de La Vanguardia