México.- Este jueves 28 de noviembre de 2024 murió Silvia Pinal, es normal que sea recordada por sus papeles protagónicos en películas como El Inocente, Viridiana o en su popular programa Mujer casos de la vida real, la vida de Silvia o “Chivita” como la llamaba Pedro Infante, no sólo estuvo dedicada al baile, teatro y cine, su trayectoria también incluyó al ámbito político.
Después de pasar por una vida agitada llena de reflectores y alfombras rojas al lado de actores como Pedro Infante, Cantinflas o Tin-Tan, la diva de México —como se le conocía— llegó a tener su primer cargo como servidora pública en 1981.
Su debut fue como primera dama del estado de Tlaxcala debido al puesto que ocupó su cuarto esposo, el abogado y político mexicano Tulio Hernández Gómez.
En aquel entonces se convirtió en la presidenta del centro de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal. Por otro lado, sus labores no se limitaron solamente eso, pues según el periodista Luis Terán, durante la gestión de su cónyuge logró llevar a cabo algunos proyectos culturales, entre los que destacan la restauración de Teatro Xicohténcatl y la zona arqueológica de Cacaxtla.
Tulio Hernández militaba en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), motivo por el cual Silvia se haría miembro del mismo. Su primer cargo en el PRI fue de diputada federal en 1991, durante el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari.
Entre 1990 fungió como dirigente de la Asociación Nacional de Intérpretes de México, y tiempo más tarde en 2010 y 2014 se convertiría en secretaria general de la Asociación Nacional de Actores.
Posteriormente, en 1998 tomó el cargo de senadora y fue durante este periodo que también fue elegida como representante de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal.
Según el historiador Emilio García Riera, en ese cargó obtuvo grandes triunfos como lograr que la Ley Cinematográfica “contemplara el derecho de intérprete, trabajó en la Ley de Condominios y en la Ley del Turismo, hizo tareas en favor de la ecología y promovió la difusión de libros de teatro”.
Definitivamente lo artístico nunca se alejó de ella, pues su carrera política también destacó por su intervención para que la Secretaría de Hacienda decidiera bajar los impuestos al teatro.
Cabe destacar que su actuación política comenzó a gestarse desde los años 50 cuando formó parte de movimientos sindicales liderados por actores y actrices. Incluso, participó activamente en la planilla Rosa Mexicano fundada por la destacada actriz mexicana Dolores de Río.
Fue fundadora de la Asociación Rafael Banquells A.C, la cual brindaba ayuda a los actores que lo necesitaran. A pesar de que desempeñó un buen papel como servidora pública, no todo en esta etapa fue color de rosa, pues en el año 2000 la actriz mexicana tuvo que trasladarse a Miami, Estados Unidos para no ser detenida por las autoridades mexicanas.
El exilio se debió a que enfrentó problemas con la justicia mexicana, ya que se giró una orden de aprehensión en su contra porque Alejandro Gertz Manero la acusó de un supuesto fraude con relación a la Asociación de Productores de Teatro, no obstante, el problema se solucionó y tiempo después, Pinal pudo volver al país y se reconcilió con Gertz Manero.
Sin duda, el talento de una de las máximas representantes femeninas del cine mexicano no se limitó únicamente a la esfera artística. La también productora nacida en Sonora en 1931, tuvo con un amplio currículum que le permitió adquirir muchísima experiencia a lo largo de todos estos años.