España.- El colectivo Futuro Vegetal ha llevado a cabo una acción de desobediencia civil no violenta al vandalizar la fachada de la mansión del futbolista Lionel Messi ubicada en Ibiza, arrojando pintura roja y negra en la fachada del domicilio. ¿El motivo? Denunciar la «responsabilidad de los ricos» en la crisis climática.
En un comunicado, el grupo ecologista señaló que esta construcción, por la que Messi pagó una «exorbitante» cifra de 11 millones de euros, es considerada «ilegal». Además, Futuro Vegetal destacó que el 1% del sector más rico de la población mundial generó en 2019 la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios más pobres de la humanidad, a pesar de que las comunidades más vulnerables son las que padecen las «peores consecuencias» de esta crisis.
La pancarta exhibida en la fachada de la casa y el jardín luce lemas en inglés que proponen «ayudar al planeta, comerse a un rico y abolir a la Policía». Además, Futuro Vegetal criticó la inacción de las instituciones ante la crisis climática y la promoción del turismo como «solución a todos los problemas de las islas» por parte del Govern balear.
Este no es el primer acto de protesta del mismo grupo en Ibiza. El verano pasado, rociaron con pintura de negro las cerezas de la discoteca Pacha, irrumpieron en el ‘beach club’ de lujo Blue Marlin de Cala Jondal y arrojaron pintura a un jet privado, un Lamborghini y al megayate Kaos, propiedad de Nancy Walton Laurie, heredera de la compañía Walmart.