Perú.- Las líneas de Nazca han sido motivo de asombro y curiosidad a lo largo de la historia. Son dibujos mastodónticos visibles únicamente desde las alturas y representan uno de los enigmas arqueológicos más grandes de la Tierra.
Estas líneas están situadas en pleno desierto de Nazca y Palpa, en el departamento de Ica, en Perú y son misteriosas precisamente porque solo pueden ser vistas desde la altura, pues están compuestas por grandes extensiones de tierra.
Fueron descubiertas en el siglo XX, específicamente en el año 1927, por el arqueólogo peruano Toribio Mejía Xesspe, quien las vio desde colinas circundantes. No obstante, el interés por el estudio de estos geoglifos no se generalizó sino a partir del año 1940, cuando Paúl Kosok y María Richie, dos investigadores internacionales, publicaron una serie de fotografías aéreas que había tomado el Servicio Aerográfico Nacional.
Estos geoglifos, es decir, estas inscripciones sobre grandes extensiones de terreno, son de dimensiones enormes, lo que ha dado pie a un sinnúmero de teorías sobre el propósito de su creación.
Se sabe que las líneas de Nazca fueron talladas en algún momento entre los años 100 y 700 d. C. Van desde espirales hasta intrincados diseños como monos, llamas y flores. Algunos de los dibujos alcanzan los 365 metros, es decir, más de tres campos de fútbol.
El ancho de cada línea puede variar entre los 40 y los 210 centímetros. Así como el ancho de las líneas varía, evidentemente la longitud de cada línea depende del trazado. Puede haber líneas de hasta 295 metros. La profundidad de los surcos también varía desde simples hendiduras superficiales, hasta zanjas de no más de 30 metros.
¿Cuál es su significado?
Gracias a las imágenes por satélite, los científicos creen que tienen una buena hipótesis para el misterio que ocultan las líneas. Según una investigadora europea, las líneas estaban relacionadas con el recurso más valioso del desierto: el agua.
“Los nazcas fueron capaces de usar el agua subterránea para la irrigación y los acueductos, para beneficiar su actividad agrícola; así fue como pudieron transformar el desierto en un jardín”, plantea Rosa Lasaponara, investigadora del Consejo Nacional de Investigación de Roma.
Entre las figuras de animales podemos mencionar el: mono, araña, garza, grulla, pelícano, colibrí, caracol, ballena, perro, llamas, iguana, serpiente, lagartija y lagarto.
La investigadora europea utilizó imágenes de satélite para investigar algunas de las inusuales estructuras halladas en el paisaje cerca de las líneas de Nazca: agujeros en forma de espiral llamados puquios.
Las imágenes permitieron ver debajo de la superficie e identificar canales subterráneos de agua que conectaban estos agujeros en espiral, y se dieron cuenta de que eran parte de un avanzado y antiguo sistema de acueductos.
El agua subterránea se conducía a través de los canales a las partes de la región en las que los nazca vivían y cultivaban. El agua era propulsada en parte por estos puquios espirales, que hacían que el viento pasara por los canales subterráneos para empujar el agua por el sistema.