Chihuahua, Chih.- El Gobierno Municipal, por medio del Órgano Interno de Control, invita a conocer más sobre los principios éticos que establece el Comité de Ética, con los cuales se deben regir los servidores públicos para generar confianza de los ciudadanos hacia el gobierno.
Dichos principios están diseñados para prevenir prácticas corruptas y asegurar que los recursos públicos se utilicen de manera eficiente y justa.
A continuación, se detallan algunos de los principios que las personas servidoras públicas deben tener presentes y cumplir en el desempeño de sus funciones:
– Legalidad: Los servidores públicos deben cumplir las leyes y regulaciones que rigen sus funciones, así como también actuar con ética.
– Imparcialidad: Los servidores públicos deben actuar sin conceder preferencias o privilegios indebidos a ninguna organización o persona, tomando decisiones objetivas y sin permitir favoritismos.
– Perspectiva de Familia: Reconoce a la familia como núcleo básico de la sociedad, eliminando obstáculos para el ejercicio de sus derechos y promoviendo un equilibrio entre vida laboral y familiar.
– Equidad de Género: Garantiza que tanto mujeres como hombres accedan a los bienes y servicios públicos, programas y beneficios institucionales, y a los empleos, cargos y comisiones gubernamentales en igualdad de condiciones.
– Entorno Cultural y Ecológico: Los servidores públicos deben evitar la afectación del patrimonio cultural y los ecosistemas, promoviendo su protección y conservación.
– Disciplina: Implica una actuación respetuosa de la autoridad, ordenada y perseverante, garantizando el logro de los objetivos del Plan Municipal de Desarrollo.
– Puntualidad: El cuidado en realizar el trabajo a su debido tiempo, evitando pérdidas en horas de trabajo y recursos económicos.
– Vocación al Servicio: Inclinación natural para otorgar atención y servicio de excelencia a la ciudadanía.
Con la implementación de estos principios éticos, el Gobierno Municipal de Chihuahua reafirma su compromiso trabajando continuamente para asegurar una administración pública con los más altos estándares de ética y responsabilidad.