Redes.- Israel Torres Arauz, pasará más de 43 años de prisión por el feminicidio de su vecina Ana María de 37 años, quien presuntamente quemó viva dentro de su propia vivienda en el municipio de Chimalhuacán.
Los hechos ocurrieron el pasado 14 de diciembre de 2022, cuando el ahora sentenciado habría incendiado el domicilio de la víctima y la cual no pudo salir debido a su discapacidad.
Las pruebas aportadas y expuestas por el Agente del Ministerio Público fueron determinantes para que el Órgano Jurisdiccional emitiera una sentencia de 43 años y 9 meses de prisión, además le fijó multas de 119 mil 24 pesos y la cantidad de 210 mil 721 pesos como reparación del daño integral.
Amenazas
Ana Maria tenía discapacidad motriz, era sordomuda y dependía de su padre, pero por problemas con Israel, que los amenazaba de manera constante, el señor se ausentó y Ana María quedó a cargo de unos vecinos, solo por un día.
Situación que el hombre aprovechó para incendiar el inmueble construido con madera y lámina, en la colonia Progreso de Oriente.
Testigos de los hechos aseguran que, el martes 13 de diciembre, el presunto responsable identificado como “kiko” llegó a la vivienda y comenzó a golpear al adulto al mayor, además amenazó con matarlo y violar a la mujer.
Ante el temor, los vecinos le pidieron a Antonio, padre de Ana María que se resguardara en otro lado para evitar un conflicto mayor, mientras ellos se hacían cargo de la mujer, pero durante la noche, mientras la víctima dormía el hombre incendió la casa.
Ana María Hernández fue quemada viva junto a sus mascotas dentro de su propia casa, en la zona limítrofe de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, aparentemente por un crimen de odio, y tuvo que pasar más de un año para que su familia tuviera justicia.
Una cruz rosa
Para exigir justicia, el 22 de diciembre de ese año, colectivos feministas se sumaron al caso, pues debido a la pobreza en la que vivía el padre de Ana María sufrió revictimización y ni siquiera le permitían sepultar a su hija.
Ante el hecho, los colectivos colocaron una cruz color rosa en el municipio de Chimalhuacán para visibilizar el caso y garantizar que las autoridades lo investigaran como feminicidio.