México.- El próximo eclipse solar de 2024 está a punto de ocurrir, y México será uno de los países desde los cuales se podrá apreciar mejor. La NASA ha establecido dos puestos para observarlo en diferentes ubicaciones: el primero con fines de documentación y el segundo para la transmisión oficial internacional del fenómeno.
Este evento, total, no se ha dado desde 1991, cuando un eclipse atravesó estados como Baja California del Sur, Nayarit, Jalisco, Ciudad de México y Chiapas, con una duración de más de siete minutos.
El principio detrás de los eclipses de Sol
El 8 de abril de 2024 marcará uno de los tipos de eclipses solares posibles, ya que estos se clasifican según la porción del Sol cubierta por la Luna, determinando si es parcial, anular o total.
Un eclipse solar ocurre cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, bloqueando total o parcialmente nuestra vista del astro y creando una sombra en el planeta.
Lógicamente, este fenómeno solo puede ocurrir durante el día; si sucede de noche, se trata de eclipses lunares.
Parcial, anular y total
El primero de ellos es el eclipse parcial, donde la Luna cubre solo una parte del astro. En estos casos, la sombra más oscura del satélite, llamada umbra, no toca la Tierra, proyectando solo una sombra parcial conocida como penumbra.
Estos eclipses se dan en promedio dos veces al año, marcando el inicio y el fin de un periodo de eclipse parcial.
Un eclipse solar anular ocurre cuando la Luna no cubre completamente el Sol, dejando un «anillo de fuego» alrededor de la Luna. Aunque Sol, Luna y Tierra están alineados, la Luna se encuentra en su punto más lejano, impidiendo bloquear completamente el Sol.
Debido a estas condiciones, se forma un anillo de luz alrededor del astro, disminuyendo la iluminación solar pero sin oscurecer el cielo ni hacer visible la corona solar.
Los eclipses anulares ocurren en promedio cada uno o más años, con su anularidad, el momento máximo de este tipo de eventos, que puede durar desde unos segundos hasta más de 12 minutos.
También existen los eclipses solares totales, como el del 8 de abril de 2024, donde la Luna bloqueará completamente la vista del Sol, revelando la atmósfera exterior del astro, conocida como corona.
Para que se dé un eclipse solar total, es necesario que la Luna se ubique con precisión entre el Sol y la Tierra, proyectando la sombra del satélite en el planeta.
Si alguien está en medio de esta sombra, la vista del Sol quedará completamente bloqueada por la Luna, permitiéndole ver la corona. Sin embargo, en cualquier otro lugar donde sea visible, fuera de la sombra, solo se observará un eclipse parcial.
Estos eclipses se producen en promedio cada 18 meses, y para que uno se registre en el mismo lugar en la Tierra, deben pasar entre 300 y 400 años.
Como dato curioso, también existen los eclipses solares híbridos, es decir, uno que puede cambiar entre anular y total a medida que la sombra de la Luna se mueve por la Tierra, ya que la superficie de la Tierra es curva.
Cómo ver un eclipse de Sol
A diferencia de los eclipses lunares, los solares no pueden apreciarse a simple vista. Hay condiciones específicas donde es posible hacerlo, pero solo por algunos minutos.
Ni los eclipses parciales ni los anulares son seguros de ver sin lentes especiales, conocidos como lentes de eclipse. En caso de hacerlo, se corre el riesgo de sufrir daño temporal o permanente en la vista.
Por otro lado, los eclipses totales, durante la totalidad cuando la Luna oculta completamente al astro, son seguros. Sin embargo, durante el resto del tiempo en que el fenómeno se aprecia como un eclipse parcial, no es posible verlo sin protección.
Dado que el eclipse solar total consta de varias etapas previas, es posible determinar desde qué momento hasta cuándo es seguro observar a simple vista, algo marcado principalmente por la aparición de las cuentas de Baily.