Aunque todavía queda una semana para que salga a la venta La mujer que soy, el esperado libro de Britney Spears ya ha dejado caer los primeros titulares a la prensa gracias la exclusiva de la cantante para la revista People.
Este martes se han sabido algunas de la primeras e impactantes revelaciones que contienen las memorias de la artista, donde esta se abre en canal y relata, con detalle, cómo ha sido la vida de la princesa pop. Una vida en la que la fama, el acoso de la prensa o la tutela de su padre hicieron que el fin de la creatividad y su carrera profesional fuera mucho más prematuro de lo habitual. Además, la artista ha contado que tomó la decisión de abortar por influjo de su entonces pareja, el también cantante Justin Timberlake.
En 2007, Spears estaba pasando un período difícil de su vida. La estrella del pop se estaba divorciando en ese momento del rapero y bailarín Kevin Federline y hacía tiempo que se había convertido en un blanco constante de la prensa rosa y los paparazzi. La cantante quiso generar escándalo de la única forma que supo: con su apariencia. Con 25 años, se la vio entrando en una tienda de tatuajes, de la que salió con la cabeza totalmente rapada.
«Me habían observado mucho mientras crecía. Me miraron de arriba abajo, la gente me decía lo que pensaban de mi cuerpo, desde que era adolescente», escribe en el libro, según ha podido adelantar People. «Afeitarme la cabeza y comportarme mal eran mis formas de contraatacar», concluye Spears.
Los efectos psicológicos para ella fueron terribles y el juez aprobó la tutela de su padre que suponía que este tendría el control absoluto de sus temas financieros y personales. «Bajo la tutela me hicieron entender que esos días ya habían terminado. Tuve que dejarme crecer el pelo y volver a estar en forma. Tenía que acostarme temprano y tomar la medicación que me dijeran».