Estados Unidos.- Los avances tecnológicos han ido a pasos agigantados gracias a la Inteligencia Artificial, este miércoles se dio a conocer que gracias a un implante cerebral, Keith Thomas, un hombre de 45 años originario de Massapequa, Nueva York, comenzó a recuperar el movimiento de su cuerpo luego de haber sufrido un accidente en 2020 que lo dejó cuadripléjico.
Este chip, se trata de una tecnología de derivación neural doble que ayuda al cuerpo a restaurar el sentido del tacto y el movimiento.
Este bypass neural forma un puente electrónico que fluye entre el cuerpo y el cerebro, permitiendo que la persona recupere el movimiento.
De acuerdo a los investigadores, para que Keith tuviera movilidad nuevamente, lo sometieron a una cirugía de cerebro abierto que duró 15 horas, la operación se realizó el 9 de marzo en el Hospital de la Universidad de North Shore (NSUH).
Afortunadamente estos son los resultados que anuncian luego de 4 meses en recuperación del paciente.
«Esta es la primera vez que el cerebro, el cuerpo y la médula espinal se vinculan electrónicamente en un humano paralizado para restaurar el movimiento y la sensación duraderos», dijo Chad Bouton, profesor del Instituto de Medicina Bioelectrónica en los Institutos Feinstein, vicepresidente de ingeniería avanzada en Northwell Health, desarrollador de la tecnología e investigador principal del ensayo clínico.
Bouton también detalló que, “cuando el participante del estudio piensa en mover el brazo o la mano, ‘sobrecargamos’ su médula espinal y estimulamos su cerebro y sus músculos para ayudar a reconstruir las conexiones, brindar retroalimentación sensorial y promover la recuperación”.
¿Cómo funciona el implante cerebral?
Según los médicos, el implante funciona mediante dos puertos que sobresalen de la cabeza la persona, estos se conectan a la computadora que, mediante la Inteligencia Artificial, leen, interpretan y traducen los pensamientos en acción, mediante la derivación neuronal doble.
Thomas se muestra optimista ante el tratamiento y espera que no solo lo pueda ayudar a él sino a más pacientes. “Hubo un tiempo en el que no sabía si iba a vivir, o si quería, francamente. Y ahora, puedo sentir el toque de alguien sosteniendo mi mano. Es abrumador”, dijo.