Religión.- El Sábado de Gloria, una festividad cristiana, tiene lugar el sábado anterior al Domingo de Pascua, y se considera un día trascendental para los creyentes, porque conmemora el tiempo en que Jesús estuvo en el sepulcro después de su crucifixión y antes de su resurrección.
Durante este periodo, los cristianos se dedican a reflexionar sobre la muerte del hijo de Dios y la importancia de su resurrección para la humanidad. La raíz de esta celebración se encuentra en la tradición judía del Sábado Santo, en la que se recuerda la muerte de Moisés y la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto.
Asimismo, el Sábado de Gloria es significativo para los creyentes, porque marca el final del periodo de la Cuaresma, un tiempo en el que se reflexiona y se busca acercarse más a Dios mediante la oración, el ayuno y la caridad.
Esta es una ocasión para celebrar la victoria de la vida sobre la muerte, y recordar que Jesús murió en la cruz para salvar a la humanidad de sus pecados. Para los católicos, este día es particularmente importante ya que se realiza la vigilia pascual, una ceremonia especial que incluye la bendición del fuego, la lectura de pasajes bíblicos, el canto de himnos y la celebración de la Eucaristía, además de ser la víspera del Domingo de Pascua, la resurrección de Jesús, la victoria del amor y la esperanza sobre la muerte, y el pecado.
¿Qué pasó el Sábado de Gloria, según la biblia?
En las antiguas escrituras, se describe que en este día, Jesús permaneció en el sepulcro y los discípulos se encontraban abatidos y temerosos. El evangelio de Mateo menciona que el cuerpo del Mesías fue depositado en una tumba nueva y que los líderes religiosos pidieron al gobernador romano, Poncio Pilato, que se asegurara de que la tumba estuviera bien protegida para evitar que los discípulos robaran el cuerpo y fingieran su resurrección.
Según la Biblia, la muerte de Jesús tiene un significado profundo y esencial para la salvación de la humanidad. En el Nuevo Testamento se enseña que todos los seres humanos han pecado y que la pena por el pecado es la muerte, tanto física como espiritual.
Sin embargo, Dios amó tanto al mundo que envió a su hijo unigénito para que muriera en la cruz y cargara con el castigo por los pecados de la humanidad. De esta manera, se convirtió en el sacrificio perfecto que ofreció su vida para redimir los pecados de todas las personas que creen en él.
Es considerado como el acto supremo de amor del Todopoderoso hacia sus hijos terrenales, que permite la reconciliación entre él y las personas que creen en Jesús como su Salvador. Su muerte es entendida como la ofrenda de la salvación y la vida eterna a quienes creen en su palabra y aceptan su sacrificio en la cruz.
¿Cuándo resucitó Jesús?
Los evangelios del Nuevo Testamento cuentan que, al amanecer del tercer día después de la crucifixión, varias mujeres discípulas de Jesús se dirigieron al sepulcro donde habían depositado su cuerpo y encontraron que la tumba estaba vacía. Un ángel les anunció que había resucitado, y poco después, el Salvador se les apareció a ellas y a otros discípulos.
Jesús se apareció varias veces a sus discípulos y a muchas otras personas, confirmando que había resucitado y dando testimonio de su palabra, además de manifestar su propósito con el hombre y de lo que fue capaz por su salvación.
Con información de Infobae.