Santa Catarina, Brasil.- Al menos cuatro menores han muerto -tres niños y una niña, de entre 4 y 7 años- y otros cuatro han resultado heridos este miércoles en el ataque contra una guardería en el estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil.
«Con gran tristeza recibo la lamentable noticia de que la guardería privada Cantinho do Bom Pastor, en Blumenau, ha sido invadida por un sicario que agredió a niños y empleados. Lamentablemente cuatro no resistieron y murieron, además de registrarse tres heridos», escribió en Twitter el gobernador Jorginho Mello.
Por su parte, la Policía declaró a G1 que un hombre de 25 años saltó el muro de la guardería de Cantinho Bom Pastor, en el municipio de Blumenau, y con una máscara cubriéndole el rostro atacó con una hacha a los niños.
Después, se entregó él mismo a la Policía Militar. Las autoridades investigan si hay más personas implicadas en el ataque.
Las imágenes difundidas en las redes mostraron a muchos padres aglomerados en la puerta de la guardería, mientras esperaban noticias.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio da Silva, se manifestó inmediatamente en las redes. «No hay mayor dolor que el de una familia que pierde a sus hijos o nietos, más aún en un acto de violencia contra niños inocentes e indefensos. Mis condolencias y oraciones a las familias de las víctimas y la comunidad de Blumenau en medio de la monstruosidad ocurrida en la guardería Bom Pastor», dijo.
Não há dor maior que a de uma família que perde seus filhos ou netos, ainda mais em um ato de violência contra crianças inocentes e indefesas. Meus sentimentos e preces para as famílias das vítimas e comunidade de Blumenau diante da monstruosidade ocorrida na creche Bom Pastor.
— Lula (@LulaOficial) April 5, 2023
El delegado de la Policía, Ulisses Gabriel, explicó que las autoridades investigan si hay más implicados en el ataque.
«Queremos identificar si hay otros participantes, cómo se ideó este plan, dónde obtuvo información», afirmó.
Este ataque se produce después de que el 27 de marzo una maestra, de 71 años, fue apuñalada hasta la muerte por uno de sus alumnos, de 13 años, en un colegio en Sao Paulo. Otras cinco personas resultaron heridas.