México.- De entre las excentricidades que escondían Los Mexicles en el penal de Ciudad Juárez, lo más destacado fue un gato de raza esfinge, conocido también como “gato egipcio” que, según las autoridades, le pertenecía a Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, “El Neto”, máximo líder del grupo criminal que murió días después de la fuga masiva.
La principal peculiaridad del felino es que tiene dos tatuajes, incluida un águila real con el texto “Hecho en México”, símbolo característico de la banda delictiva que orquestó el escape del Centro Estatal de Reinserción Social (Cereso) No. 3 el primer día del 2023.
Tras su rescate del centro penitenciario, el gato quedó bajo el cuidado del departamento de Rescate y Adopción de Mascotas del Municipio (RAMM) de Ciudad Juárez. Según las primeras valoraciones médicas, encabezadas por el jefe de Bienestar Animal, Diego Poggio, se encuentra sano.
“Trae una ligera infección en oído y ojos, la cuestión de los tatuajes, como lo marca nuestro reglamento, sí es un maltrato animal, ya que toda mutilación o marcaje innecesario se considera como un maltrato evidente”, expresó Poggio ante los medios.
Respecto a este tema, las revisiones al animal apuntaron que al menos uno de los tatuajes pudo haber sido hecho sin anestesia, mientras el gato estaba consciente. Llegaron a esa conclusión luego de analizar los trazos hechos con la tinta.
El tatuaje que tiene cerca de la pata izquierda delantera, comentaron los especialistas, tiene líneas más “derechas” y se asemeja más a un trabajo “profesional”, por lo que se presume que habrían utilizado sedantes durante su realización.
Sin embargo, la marca del símbolo de Los Mexicles presenta varias irregularidades, razón por la que aparentemente se habrían limitado a sujetarlo al momento de impregnar la tinta.
“Es una situación que le causa mucho estrés a este tipo de animales porque tienen la piel muy sensible”, explicó el jefe de Bienestar Animal en una conferencia de prensa.
A pesar de ello, el pequeño felino de tres años mantiene un buen estado físico y no presenta signos de afecciones como deshidratación.
“Es un gatito que tienen mucho manejo, está muy acostumbrado a la gente, es muy cariñoso, se nota que quien era su dueño sí le daba un buen trato, no tiene nombre de identificación”, añadió Diego Poggio.
La intención es que el gato pueda ser dado en adopción en un futuro, pero eso ocurrirá cuando concluyan las investigaciones de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), pues actualmente el felino forma parte de las indagatorias alusivas al Cereso No. 3 y las pertenencias de Los Mexicles en la prisión.
Una vez que la custodia del animal sea total responsabilidad del RAMM se tomarán diversas medidas y precauciones respecto a su adopción, pues esta raza de gatos tiene un alto valor comercial que se estima entre los 30.000 y los 40.000 pesos.