Chihuahua, Chih.- Este 22 de febrero no fue un miércoles como cualquier otro para la comunidad católica. El Miércoles de Ceniza representa el comienzo de la cuaresma, un proceso litúrgico que sirve como preparación y purificación de los fieles previo a la Semana Santa.
Este tiempo, el cual dura 40 días, se caracteriza por el ayuno, la oración y la limosna, tres acciones que ayudan al cristiano a crecer en las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
En la catedral se celebraron ocho misas. En la parroquia de San Antonio de Padua, ubicada en la colonia Panamericana, se dijo a los feligreses que la abstinencia de carne es una forma de representar la humildad de Cristo, quien fue azotado por la salvación del mundo, según la tradición apostólica.
Además, abstenerse de carne los viernes de cuaresma, ayuda a fortalecer la voluntad, es decir, sobreponerse al pecado a través de la dominación del cuerpo. Pues la cuaresma permite a la comunidad católica acercarse a Dios, recibir el sacramento de reconciliación y convertirse, a través de un sincero arrepentimiento.
En la actualidad, algunos consideran que privarse de carne, no es suficiente, sobre todo si la carne no es del gusto del creyente, por lo que recomiendan abstenerse de alimentos o actividades placenteras que realmente sean un sacrificio, como el no ver televisión o no beber refresco, entre otras.