Chihuahua, Chih.- En el Congreso de la Unión ven la necesidad de forzar a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que por lo menos cada seis meses supervise las cárceles del país.
Entre el llamado “Jueves negro” en Ciudad Juárez y el motín en el Cereso No.3, pasó casi medio año y resulta increíble que nadie documentara la presencia de reclusos con acceso a drogas y armas de fuego.
Para la diputada juarense Andrea Chávez la tragedia se pudo evitar, pero la aplicación de la ley fue muy tardía. La curul señaló que es muy peligroso que los reos cuenten con herramientas para atrincherarse y levantarse en contra de los elementos de seguridad.
Es importante destacar que, el último diagnóstico de supervisión penitenciaria hecho por la CNDH fue en el año 202. En dicho informe, las cárceles de Chihuahua obtuvieron una calificación promedio de 7.7, pues presentan problemas de hacinamiento, falta de higiene y deficiencia en los programas para atender adicciones.