Chihuahua, Chih. Marisela Escobedo, fue una madre activista de los derechos humanos que hasta el último día de su vida buscó justicia para su hija Rubí Marisol, quien fue asesinada en agosto del 2008 por su ex pareja, Sergio Barraza.
La madre ante la incompetencia de las autoridades para dar con el responsable se convirtió en investigadora y emprendió una serie de protestas y marchas para exigir la detención del asesino de su hija.
En el año 2009 Marisela encontró a Sergio Rafael en el estado de Zacatecas, las autoridades lo detuvieron pero fue liberado meses después porque la Fiscalía del Estado de Chihuahua no le pudo comprobar el delito.
El 16 de diciembre del 2010 fue asesinada al exterior del palacio de gobierno. Mientras mantenía una protesta, un sujeto desconocido se le acercó, aunque intentó escapar logró dispararle en la cabeza y el cuerpo quedó tendido frente a la puerta del edificio gubernamental.
Marisela pasó de ser víctima a activista, convirtiéndose en un símbolo nacional de la justicia y la lucha contra la impunidad en México. Su nombre quedó inmortalizado en la sociedad chihuahuense y del resto del país.