Internacional.- Una historia aterradora se vivió en Iowa, donde una pareja decidió ahogar a su bebé recién nacida, a quien ahogaron en la tina del baño, porque los padres tenían miedo que descubrieran que la pequeña tenía metanfetaminas en la sangre.
Fue el 16 de noviembre, cuando nació la bebé Kayleen Lee Blaha en el baño de su casa. Su madre y padre estaban ahí, vieron que al nacer la niña movió sus piernitas y bracitos, abrió sus ojos y soltó el llanto. Brandon Thoma de 31 años y Taylor Blaha de 24, la sumergieron y presionaron sobre su pecho hasta ahogarla. Su vida duró unos cuantos minutos.
Tras matar a la menor, su padre tomó el cuerpo y lo llevó a una zona boscosa para que nadie se enterara del atroz crimen.
La Policía continúa la búsqueda del cuerpo de la bebé, mientras los padres siguen siendo investigados.
El arresto de la mujer se dio el 22 de noviembre, seis días después del asesinato y fue a través de que ella visitó el hospital, por lo que un trabajador social dio aviso a las autoridades.
La mujer dijo que tras conocer que estaba embarazada en abril, ella intentó abortar, en una decisión de ambos, pero no lo lograron.
La Policía halló en la vivienda un trozo de lo que sería el cordón umbilical en un cajón.
Brandon Thoma dijo a las autoridades que tenían miedo él y su pareja, de que al descubrirse que la bebé tenía droga en su sangre, les quitarían a su otro hijo, de dos años.