México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador pasará la festividad de Día de Muertos en su quinta de Palenque, Chiapas, y también irá a su tierra natal, Tabasco.
Lo anterior fue anunciado por el mandatario federal al iniciar su conferencia mañanera en Palacio Nacional. Adelantó que partirá a Tabasco desde este martes 1 de noviembre por lo que mañana miércoles no tendrá actividades públicas ni ofrecerá conferencia mañanera.
“Hoy empieza la ceremonia, el recordar a nuestros difuntos, el día 1. De acuerdo a la tradición, es el día de los difuntos niños, niñas; mañana de los adultos, de los mayores.
“Vamos a estar hoy trabajando y mañana no vamos a tener actividad reunión de seguridad ni conferencia, mañana, día 2. Voy a ir a Tabasco y a Palenque, sí, salgo hoy, porque es una tradición y no me sentiría bien si no voy”, dijo.
El mandatario federal también envió un saludo a todo el pueblo mexicano con motivo de la festividad de Día de Muertos. “Un abrazo a todos los mexicanos porque hoy y mañana son días muy especiales para nosotros, para el pueblo de México”, expresó.
Sobre el Día de Muertos
El Día de Muertos a nivel nacional es un ritual que hasta nuestros días permite hacer frente a múltiples duelos, colectivos e históricos, y desde el punto de vista internacional siempre ha causado curiosidad y asombro debido al enorme tabú que existe sobre el tema de la muerte en el mundo occidental; sin embargo, ahora con un duelo global y simultáneo como el causado por todas las pérdidas vividas durante la pandemia, el interés y la aportación de esta tradición puede ser aún mayor.
La festividad busca contrarrestar el aislamiento y el dolor a través del encuentro colectivo; es una tradición que, tendiendo como puente la memoria de los que se nos han ido, trae a la mesa los sabores, los aromas, las luces, los cantos y el calor de un ritual abierto para compartir y acompañar el duelo que todos estamos viviendo, dice la artista visual Betsabeé Romero para Cúpula del Heraldo Digital.
Es una celebración que se mestiza desde hace muchos años en múltiples géneros artísticos e idiomas sin perder su esencia más tradicional. Es en sí, una maravillosa propuesta cultural que busca contrarrestar el aislamiento y el dolor a través del encuentro colectivo; es una tradición que, tendiendo como puente la memoria de los que se nos han ido, trae a la mesa los sabores, los aromas, las luces, los cantos y el calor de un ritual abierto para compartir y acompañar el duelo que todos estamos viviendo.
Con información de Heraldo de México