México.- Tras un candente debate que se prolongó por más de nueve horas, los grupos parlamentarios del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, en la Cámara de Diputados, sepultaron la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Morena y sus aliados del PVEM y del PT no tuvieron los 57 votos que les faltaban para aprobar esta reforma a la Carta Magna, con lo que el presidente de la República sufre su primera derrota legislativa.
Fueron 275 sufragios a favor y 223 de la oposición que, al final de la sesión, estalló en júbilo. “¡No pasó, no pasó, la reforma no pasó!”, coreaban los panistas, priistas, perredistas y emecistas, quienes con el puño en alto entonaron el Himno Nacional ante la impotencia e indignación de los legisladores de Morena y aliados que permanecieron en sus curules.
“En virtud de no alcanzarse la mayoría calificada, con fundamento en lo que dispone la fracción G, del artículo 72 constitucional y en términos el artículo 232 numeral 1 del reglamento de la Cámara de Diputados se desecha el proyecto de derecho”, informó el presidente de la Mesa Directiva, el morenista Sergio Gutiérrez Luna.
Este domingo, el salón de plenos lució lleno, como hace mucho no se veía, con una asistencia de 499 legisladores. Sólo faltó Ana Laura Fernández, candidata del PAN-PRD a la gubernatura de Quintana Roo.
Las coaliciones Juntos Haremos Historia y Va por México llegaron con los ánimos caldeados al debate.
La confrontación fue cara a cara con fuertes reclamos, acusaciones mutuas, una guerra de mantas y pancartas y consignas de ambas partes, situación que se presentó a lo largo de la discusión, que se prolongó hasta los últimos minutos del domingo.
“¡No va a pasar, no va a pasar, quieren llorar, quieren llorar!”, coreaba la oposición mientras los de Morena respondían “¡quieren robar, quieren robar!”.
Juan Ramiro Robledo y Manuel Rodríguez, presidentes de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Energía, presentaron el dictamen en el que destacaron los beneficios de la iniciativa de AMLO, tras un receso de casi dos horas que decretó la Mesa Directiva, luego de que los morenistas exigían que la panista Margarita Zavala se excusara de participar en el debate por conflicto de intereses al acusarle de tener nexos con la empresa Iberdrola.