La UACH hizo un llamado a tomar conciencia del costo ecológico que implica el “Fast fashion”, esta tendencia consiste en elaborar prendas copiadas a gran escala, de manera rápida, de baja calidad ofertadas a bajo costo, esto significa que se lanzan al mercado de 6 a 8 colecciones al año lo que aumenta en gran medida la basura.
Para contribuir a la disminución del impacto ecológico se han considerado alternativas como la adquisición de ropa de segunda mano que son de mejor calidad. Dicha práctica está tomando relevancia principalmente en la venta en bazares, aplicaciones especializadas y en tianguis.
La maestra investigadora de la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas de la UACH, la Dra. Martha Irma Balandrán Valladares hizo algunas recomendaciones al momento de adquirir ropa de segunda mano.
“Para seleccionar y adquirir prendas en estos lugares se tienen que tomar en cuenta lo siguiente: primero, revisar la condición de la prenda en este caso si tiene alguna mancha o desperfecto; segundo, revisar la zona de codos, rodillas, cuello, ingle para verificar el desgaste; tercero, tener claro la talla y de ser posible probarla antes de comprarla; cuarto, que sean prendas atemporales, además que se puedan combinar con accesorios que ya tengas y, finalmente, lavar tu compra antes de usarla”, manifestó.
La industria textil ocupa el segundo lugar en la lista de consumo de agua a nivel mundial, genera el 20% de aguas residuales que contienen diferentes químicos, además de liberar alrededor de medio millón de toneladas de microfibras sintéticas como nylon, poliéster de muy largo tiempo de degradación lo que provoca afectaciones al medio ambiente